Hemos seleccionado los mejores móviles para jugar de Motorola, con especificaciones suficientes para títulos avanzados como Fortnite, Genshin Impact o Wuthering Waves, incluyendo smartphones adaptados a diferentes presupuestos.
Hemos analizado cuáles son los mejores móviles de Samsung para jugar de acuerdo a nuestra experiencia, también echado un vistazo a los móviles de Xiaomi para jugar, y debemos advertir que el catálogo de Motorola no está muy orientado al gaming, aunque sí dispone de modelos perfectamente válidos.
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En especial, algunos modelos de gama media ofrecen buen rendimiento en los juegos, prestaciones equilibradas y precios competitivos. Eso sí, ni por diseño ni por refrigeración hay demasiado enfoque en el usuario gamer.
Moto G86 5G / G86 Power 5G
Los nuevos Moto G86 5G y G86 Power 5G serán los superventas de Motorola en 2025, y ofrecen una ficha técnica competente para el gaming dentro del segmento de móviles por 300 euros.
En su interior va un procesador MediaTek Dimensity 7300 (con una Mali G615 MC2 de GPU), acompañado de 8 GB de memoria RAM y 512 GB de almacenamiento uMCP.
Es decir, moverá bien los juegos avanzados en calidad media, aunque sin excesos. Monta una pantalla AMOLED de 6,67 pulgadas 2K (2.712 × 1.220 px) con 120 Hz de refresco adaptativo. Un panel, por lo tanto, que ofrece una buena calidad.
La pantalla alcanza un muy meritorio brillo pico de 4.500 nits. Frente al anterior Moto G85 5G se mejora la resistencia al agua con certificación IP69, lo que supone un gran avance.
A nivel de batería, el Moto G86 5G ofrece 5.200 mAh, mientras que el G86 Power 5G sube a 6.720 mAh, una cifra impresionante. En ambos casos con carga a 30 W. Dado que el gaming consume mucha energía, el Moto G86 Power 5G nos parece mejor opción para jugar en movilidad.
Por último, disponemos de una avanzada cámara principal de 50 MP f/1,9 con estabilización óptica OIS (sensor Sony Lytia 600) y un segundo sensor de 8 MP f/2,2 con ultra gran angular + macro. En el frontal va la cámara selfie de 32 MP f/2,2.
Moto G75 5G
El Moto G75 5G monta un chip Snapdragon 6 Gen 3, con una tarjeta gráfica Adreno 710. Nos ofrece un rendimiento correcto en juegos 3D, y puede ejecutar títulos potentes como Fortnite o Call of Duty: Warzone, aunque no en ajustes altos.
Los 8 GB de memoria RAM son suficientes para los juegos modernos, y el almacenamiento de 256 GB también es adecuado. La batería de 5.000 mAh respaldará bien nuestras partidas, y tenemos carga rápida de 30 W + inalámbrica a 15 W.
La pantalla del Moto G73 5G es de 6,8 pulgadas FHD+ (2.400 x 1.080 px), si bien el panel pasa a un LCD en vez de OLED. Cuenta con un refresco a 120 Hz, y brillo de 1.000 nits, con el lector de huellas va en el lateral derecho
En cuanto a la fotografía, la cámara principal es de 50 MP OIS f/1,8, junto con un gran angular de 8 MP f/2,2, que no está mal en la gama media. De los selfies se encarga una cámara selfie de 16 MP f/2,5 que dará un buen resultado.
El Moto G73 5G se vende menos de 250 euros en negro, azul claro o blanco verdoso, y nos parece una buena opción para los gamers con un presupuesto ajustado. Aporta un buen rendimiento para su precio, y es un móvil equilibrado en todos los aspectos.
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Motorola Edge 60 Pro
El Edge 60 Pro es una muy buena opción para jugar en el rango de menos de 600 euros. Monta un procesador MediaTek Dimensity 8350 con un alto rendimiento (gráfica Mali-G615 MC6).
Está acompañado de 12 GB de memoria RAM de tipo LPDDR5x, y de un generoso almacenamiento de 512 GB UFS 4.0. Es decir, que ambos usan tecnologías recientes que favorecen un desempeño fluido.
Otra razón por la que recomendamos el Motorola Edge 60 Pro es su generosa batería de 6.000 mAh, que además carga a unos veloces 90 W. Los videojuegos 3D avanzados exigen mucha energía, así que necesitaremos una amplia batería para disfrutarlos en movilidad.
La pantalla es muy buena, un panel OLED de 6,67 pulgadas con un elevado brillo de 4.500 nits. Esto favorece los juegos, aunque la elevada resolución de 2.712 x 1.220 px tampoco resulta especialmente útil en el gaming, al requerir más potencia.
Al ser un gama alta, la fotografía raya a muy buen nivel: el sensor principal de 50 MP con estabilización óptica (OIS) es un Sony Lytia 700C de alta calidad. Le acompañan un ultra gran angular de 50 MP, y un zoom óptico x3 de 10 MP OIS, además de la cámara selfie de 50 MP.
Por último, contamos con resistencia IP69 a polvo y agua, además del certificado MIL-STD-810H frente a temperaturas extremas y humedad.
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Motorola Edge 60 Fusion
Recomendamos el Motorola Edge 60 Fusion tras probarlo a fondo, pues en nuestro análisis nos pareció uno de los gama media más competitivos en el disputado segmento de los móviles de 300 euros.
Al mando va un procesador MediaTek Dimensity 7300, con un considerable rendimiento, junto a 8 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento. Lo alimenta una batería de 5.200 mAh con carga a 68 W, que nos parece simplemente correcta.
La pantalla de 6,67 pulgadas OLED (2.712 x 1.220 px) ofrece un refresco elevado de 120 Hz, y un brillo pico de 4.500 nits. Es decir, un buen panel para jugar, con una elevada calidad. Por otro lado, la resistencia IP69 protege el móvil contra agua y polvo.
Disponemos de una buena cámara principal de 50 MP f/2,2 con estabilización óptica OIS, basada en el sensor Sony Lytia 700C. La acompañan un ultra angular de 13 MP f/2,2 más sencillo, y una cámara selfie de 32 MP f/2,2.
Una alternativa que recomendamos menos para el gaming es el Motorola Edge 60 estándar. Ofrece el mismo hardware que el Edge 60 Fusion, pero añadiendo un sensor teleobjetivo de 10 MP con zoom x3, y subiendo hasta los 50 MP tanto la cámara ultra gran angular como la dedicada a los selfies.
El Edge 60 estándar cuesta unos 100 euros más, sin mejorar nada para los videojuegos. Claro que las superiores cámaras nos podrían interesar, así que depende de cada uno valorarlo.
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Motorola Moto G56 5G
El Moto G56 5G es una buena alternativa para el gaming por debajo de los 250 euros. Emplea un procesador MediaTek Dimensity 7060 (gráfica IMG BXM-8-256) con 8 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento.
Así que el hardware es suficiente para jugar en condiciones a casi todos los títulos, incluyendo Fortnite, pero sin excesos. También tiene una buena pantalla de 6,7 pulgadas FHD+ (2.400 x 1.080), aunque el panel es LCD, no un OLED, y los biseles son algo gruesos.
La batería de 5.200 mAh con carga a 30 W es adecuada. Contamos con un diseño resistente, incluyendo certificación IP69 contra polvo y agua, que garantiza la estanqueidad.
En cuando a fotografía, la cámara principal es de 50 MP f/1,8 (sensor Sony Lytia 600), prescindiendo de la estabilización óptica. Le acompañan un sencillo sensor ultra gran angular de 8 MP f/2,2 y una cámara selfie de 32 MP f/2,2.
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En la lista no incluimos modelos de la gama de entrada Moto E, pues son demasiados sencillos como para ofrecer un buen rendimiento con los juegos.
Por otro lado, los plegables Motorola Razr no los aconsejamos para jugar, pues su formato compromete el gaming. Modelos como el Motorola Razr 60 Ultra montan el procesador más "top" de Qualcomm en juegos, pero su batería es muy pequeña y la refrigeración no destaca.
Al final, Motorola tiene buenos móviles para jugar, sobre todo en la gama media. No tienen ninguno especializado en el gaming, un formato que ha ido perdiendo popularidad, pero sí propuestas equilibradas para los gamers.
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